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miércoles, 13 de julio de 2011

El pádel y otros sadomasoquismos

Sí amigos. Hoy vamos a hablar de un deporte que empezó siendo patrimonio de esa manada de pijos que se dio en llamar "Jet Set",  posteriormente popularizado por otro pijo llamado Jose Mari "Ánsar" que lo jugaba en la intimidad mientras comía butifarra de la Garriga y recitaba de memoria a Salvador Espriu i Castelló , y que hoy  casi se ha convertido en un deporte de masas: el pádel. Es notable que ya casi haya más canchas de pádel que clubes de carretera, pero así es.



Antes, esta disciplina deportiva se  llamaba Paddle-tenis "telojuro", pero como todo lo que se populariza acabó con un nombre de lo más vulgar y se llamó  "pádel" a secas. Con su tilde y todo y admitida en el mataburros de la RAE que es una cosa que da mucha legitimidad.

Permítanme que pase ahora a hablarles de esta curiosa disciplina deportiva en mi calidad de jugador ocasional (donde "ocasional" significa exactamente "en dos ocasiones al año"):


La pala:

El pádel es una cosa que se juega con una raqueta gorda que, al igual que el chorizo o el mando de la WII, tiene una cuerdecilla en el extremo proximal (o mango). La cuerdecilla sirve lo mismo para colgar la pala de un clavo que para no saltarle los empastes al contrario en caso de que se te escape de la mano. Esta raqueta se  llama "pala" y tiene una serie de agujeros estratégicamente repartidos por su superficie que sirven para que cuando llueve el agua tenga por donde salir y no se embalse evitando así la proliferación de mosquitos y algunas otras plagas (está todo "pensao"). La pala siempre está pintada de colorinos y tiene nombres del estilo "Kalandrakas SpeedMaster Pro" "Escojonator Storm 3000" o "Abnormal Evolution Pro Z3". Es muy importante que en el nombre de la pala haya un numerico, porque si no la pala será casi seguro una mierda (ej: 3000, Z3, NH1...). Es importante destacar que la palabra "pro" impresa en la pala incrementa automáticamente el precio de la misma en un 75%.

La pala tiene tres misiones fundamentales:

.-Devolver la bola o pelota al contrario o al menos intentarlo.
.-Hacerle publicidad gratis al fabricante, que ha puesto el  logo bien gordo "pa" que se vea (y encima cobrando por ello)
.-Permitir que el fabricante se parta el orto de la risa cada vez que piensa en el dineral que le ha crujido al comprador por 350 gramos de goma, madera de caja de fruta y un poco de carbono extraído de plantillas para el olor de pies.

La pala, a pesar de no ser una paleta, se guarda en un complemento que se llama paletero, cosa que da una idea de la incongruencia de este juego. Otro complemento ideal de la pala es el pico, que al menos sirve para hacer zanjas. Al hilo de esto último, hay que decir que se conocen casos de albañiles que después del trabajo aún se amarran a la pala en un alarde de perversión laboral  sin precedentes.

La cancha:

Es el lugar en el que se juega al pádel. Se trata de un recinto completamente cerrado con rejas y cristales blindados, al que se accede a través de unas puertas metálicas de corredera. La cancha dispone de unos potentes focos instalados en lo alto de unas torretas. Vamos, que viene siendo como Alcalá-Meco o Carabanchel pero en pequeño y  sin Guardia Civil que te controle ni macarras que te pidan que les recojas la pastilla de Heno de Pravia en las duchas.  Para eso ya está el público, que son los que se sientan fuera y observan y ponen a parir a los jugadores a través de las rejas. Esto último viene siendo como en el Zoo o en Faunia, pero sin necesidad de tirar cacahuetes dentro de la jaula. El suelo de la cancha es de hierba de mentira en la que no te puedes caer bajo ningún concepto si no quieres sufrir gravísimas heridas. En cierta ocasión un señor se cayó al tratar de devolver una bola y al resbalar por el suelo  se lijó una  pierna entera con zapatilla y todo y fue muy desagradable. Hoy supera su discapacidad con una magnífica prótesis de titanio.

La bola:

Al igual que otros tipos de bolas, tienen pelos solo que de color fosforito. Son clavaditas a las de tenis, pero a diferencia de estas, son para jugar al pádel. Estas bolas se cultivan en canutos de plástico transparente con tapa negra, igualita que la del paté La Piara y crecen de tres en tres.

Las normas:


Esencialmente, el juego consiste en pasar la pelota al otro campo preferentemente golpeando al contrario en alguna parte del cuerpo, en cuyo caso se debe decir "perdón", aunque por dentro estés pensando "Te ha estao bien, so lechón, lástima no te haya dejao las gafas de tatuaje".

"Protocolo" lo llaman.

El tema de la puntuación merece capítulo aparte. Según te endiñan el primer tanto ya vas "15-nada" y eso desmoraliza a cualquiera. Luego ya viene el "30-nada" y el "40-nada", que es cuando te entran en efervescencia las vísceras y empiezas a planear en qué momento le rajarás las ruedas del coche al rival. Obsérvese que "nada" es menos que "cero", lo cual da una idea del  nivel de depravación mental del juego. Después de perder varios juegos habrás perdido el set,y tras varios sets habrás perdido el partido,  la paciencia y la dignidad.  Pero todo muy deportivamente y tal.

Las lesiones

Entrar en una cancha de pádel es como  hacer oposiciones con enchufe y recomendación: vas a pillar cacho con casi total seguridad.  Un jugador de pádel que se precie tiene que salir de la cancha con lesiones y escamochamientos en general, que deberá lucir con orgullo. De hecho, si te resbalas en la calle sobre un truño de perro y vas a dar con el lomo sobre el pavimento, deberás contar que te has hecho una "rotura de tejido fascicular del mongoloides transverso" jugando al pádel, que mola mucho más  que decir que te has "estampao" la taba en una acera. Las lesiones, si son de pádel, son de otra pasta ¿Comprenden?

Y es que, si hay alguna posibilidad de llegar a devolver una bola, debes ir a por todas sin conocimiento ninguno. No importa si tienes hijos, tu trabajo pende de un hilo, o no puedes volver a doblar la chepa el resto de tus días. Tú devuelve la bola y luego que salga el sol por Antequera,  que queda al Oeste de "Graná". La pierna, el brazo o lo que se te averíe ya te lo arreglará la Seguridad Social. O no. Todo depende de según como se mire. Te quedarás con una incapacidad permanente de una cierta importancia pero a cambio te dirán a gritos: "¡QUÉ BUENAAAAAA!!!! que es una cosa que sube mucho la autoestima.

Del tema de las faldas de pádel y su función  no voy a hablar porque desconozco si me afecta la Ley de Igualdad de Género y, para qué les voy a engañar, también desconozco para qué sirven si ni siquiera se ve la ropa interior. ¡Qué mundo de locos!

En definitiva, queridos lectores, espero que esta breve disertación haya arrojado un poco de luz sobre esta noble disciplina deportiva, que por otra parte es muy entretenida.

Que pasen un buen día y cuidado con las canchas de pádel que las carga el diablo y las disparan los... ¿Cómo era el refrán?



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PD:  dedicado con toda la mala baba y el cariño posibles a mis amigos pervertidos del pádel









viernes, 8 de julio de 2011

La cabeza del Bautista.

Esto de que hayan pillado a Teddy Bautista y a alguno de sus maracachimbos en un renuncio de los gordos me llena de gozo e ira a partes iguales. Y es que no hay derecho. Que estos pobrecicos defensores de la cultura y las artes en general,  que malviven de las subvenciones o del mísero canon digital que como todo el mundo sabe no da ni para pipas del Lidl se vean en tal trance no entra en cabeza humana. Hay mucho facha suelto, amiguitos.

Y que quede claro que ya se ven manos negras tras todo esto. Lo se de buena tinta porque lo ha dicho San Victor Manuel, obispo y mártir, en declaraciones exclusivas por el "arradio". Sí, ese señor que nos ha dejado canciones entrañables como "El abuelo Víctor" o "Asturias", cosa que es de agradecer, y que a mayores y con un par en mitad del medio,  años ha le cantaba a "Ese hombre" (sí, sí, al mismísimo Generalisísimo de los ejercitísimos y el imperio españolísimo. Ese mismo). Una mala tarde la tiene cualquiera.  Pero bueno, también Carmen Sevilla, o la Faraona o tantos otros le hicieron la ola al susodicho en su momento. Conste que no lo critico. A lo mejor es que no quedaba otro remedio, miren ustedes. Cada palo que aguante su vela, que estamos muy hartitos de progres de Armani y chaletazo que te cagas en urbanizaciones de esas en las que los inodoros desprenden ingentes concentraciones de aromas  a Chanel del bueno. ¡Amos anda!



Lo curioso del tema es que de momento, y disculpen la castiza expresión, los miembrísimos y miembrísimas de la junta directivísima se callan como putas "porque tienen que procesar el auto". Desconozco si con lo de "procesar el auto" se refieren a pasarle la ITV al supercoche de Teddy o a reglarle los taqués de la junta esfuntrónica de la culata porque en primera petardea.  Esto de la presunción de inocencia es una cosa muy elástica dependiendo de que el reo vire a diestra o a siniestra, o al menos a mí me lo parece.

De todos modos que nadie se preocupe, porque Ramoncín ya ha dicho que como enterar se entere de que ha habido unte, él mismo los lleva ante el juez cogidos por el escroto. Por malos.

No nos engañemos. Esto es España y el tema de la picaresca lo inventamos nosotros. ¡Claro que los autores tienen que ver reconocidos sus derechos!  El problema llega cuando la presunción de inocencia sólo se aplica unidireccionalmente, porque que yo sepa el canon digital presupone SÍ o SÍ (una de dos), que somos unos piratones desde el mismo momento en que tenemos que soltar la pasta "por si acaso" al comprar casi cualquier cosa que pueda almacenar o copiar datos. Sirvan estos ilustrativos ejemplos:

.-Por cada tarjeta de memoria nos cobran 0,30 € "por si acaso"
.-Por un disco duro externo nos cobran 12,00 € "por si acaso"
.-Por una impresora multifunción de las baratitas nos cobran 7,95 € "por si acaso"
.-Por un portátil  o por una grabadora de DVD nos cobran 3,40 € "por si acaso"
.-Por una impresora láser multifunción con capacidad de copia entre 10 y 29 páginas por minuto nos cobran 127,70€ "por si acaso"
.-Por UN CD grabable nos cobran 0,17 € "por si acaso"
.-Por UN DVD grabable nos cobran 0,44 € "por si acaso"

Todos estos ejemplos, a los que naturalmente hay que añadirles el 18% en concepto de IVA son de primera mano. Lo digo porque entre otras cosas me dedico a la cosa de la informática y estas cantidades son las que tengo que repercutirle al cliente cada vez que compra alguno de los adminículos anteriormente mencionados. Más que nada porque en las facturas de mis proveedores viene detallada una cosa que se llama "Tasa de Propiedad Intelectual" que encarece el producto en cuestión en las cuantías que detallo más arriba.  ¿Se entiende o no se entiende?  Y sepan también que en alguno de estos casos el coste del canon digital... ¡Supera al del bien adquirido! Así como suena. En definitiva que uno se ve legitimado para copietear lo que le salga del orto aunque ni lo vea ni lo lea ni lo escuche en la vida. Vamos, que apetece "piratear" de todo "por si acaso" y "por la Gracia de Dios".
Así que no se extrañen si cada vez que oigo lloriquear a esta gente, o al tontín de Bisbal, o a Alejandro Sanz o a tantos otros que no han creado NADA en su vida, o a todos los que  les encanta España y por eso viven en Miami o en cualquier otro paraíso fiscal  porque les robamos lo que es suyo me hierva la sangre y los fluídos orgánicos en general.

Y recuperando viejos dichos revolucionarios permítanme que grite a los cuatro vientos aquello de  ¡¡¡LA TIERRA P'AL QUE LA TRABAJA!!!

Porque ya está bien de que vivan del cuento los mismos y los creadores de verdad no se coman un colín y tengan que andar a garrotazos con sus editores porque no les hacen ni puñetero caso (obsérvese el ingenioso uso de la palabra "puñetero" en lugar de la más adecuada "puto").

¡Váyanse al cuerno, chupansangres!



PD: al hilo de estas cosas de los derechos de autor, tengo que decir que una de mis últimas lecturas es la novela "Melania Jacoby" de Susana Pérez-Alonso, que les recomiendo sin pestañear, y que por si no lo saben anda metida en lides judiciales porque "alguien"  ha tomado "prestada" su obra (presuntamente, que quede claro) para hacer la serie televisiva "La Señora". De leyes no tengo ni idea, pero les invito a que se lean la obra en cuestión y luego vean algunos capítulos de la serie (descárguensela de Internet sin ningún rubor) y hagan odiosas comparaciones. A ver quién roba a quién. Yo lo tengo claro. En alguna futura entrada de este blog prometo hablar más extensamente de la novela.

¡Aúpa Susana! Todo lo demás, en presencia de mi abogada... (por si acaso).