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sábado, 8 de febrero de 2014

Romanus y otros coitus interruptus

Hoy, amiguitos de la fauna ibérica, al igual que en las tardes de sábado de nuestra infancia, toca una de romanos.

De todos es sabido que los romanos eran unos cracks de primer nivel que lo mismo te conquistaban  la Galia a gorrazos, que te hacían un acueducto flipante o una buena orgía en cuestión de un momento.
Los romanos, al igual que los Reyes Magos,  nos trajeron un montón de cosas, unas más molonas que otras.

No obstante, para comprender la magnitud del tema, hay que recordar que esta gente empezó con dos zagales mamando de una loba y siete colinas mal contadas en mitad de la nada y terminaron mojándole la oreja a medio mundo, lo cual deja a la altura del betún proezas tales como  que Bill Gates empezara en un garaje, que la Pajín haya  llegado a ministra de sanidad, o que la Esteban haya escrito un libro. Y todo ello con un ejército de maromos en minifalda y chanclas. Que vale más no pensar qué habría pasado si llegan a ir de pantalones y con chirucas.


Breve listado de cosas romanas molonas:




-Circos:
Eran unos sitios para tener entretenida a la peña viendo carreras de cuadrigas de Ferraribus, Lotus, o Torus Coloratus. Además, entre carrera y carrera, el populus se dedicaba a discutir en los múltiples tugurios y puticlubem dispersos por la urbe, si tal o cual aleronibus era más aerodinamicus, o si Ben Hur le había arrancado las pegatinas de la cuadriga a Alonsibus en un adelantamiento. Todo ello como si entendieran del tema.





-Bloques de viviendas:


Un día que no tenían nada que hacer, a los romanos se les ocurrió una de las peores ideas que quepa imaginar, e inventaron la insulae, que viene a ser el bloque de viviendas de ahora, y con ellas aparecieron las primeras comunidades de vecinos, lo cual viene a dar una idea de  la magnitud de la tragedia.
Con ello, aparecieron nuevas especies de ciudadanos entre las que destacaban el Presidens Comunitatem, la mulieribus cotillatus  o el temible vecinus insufribilis del cuarto derecha. Toda insulae que se preciara o preciase tenía en el bajo todo tipo de tabernae y además buenos tugurios para que el Marco Aurelius de turno pudiera tomarse unas copichuelas de tintorro de la Galia con los amigotes, hermosa tradición que ha llegado casi intacta hasta nuestros días.





-Anfiteatros: 

Como buenos latinos, a los romanos les molaba mucho reunirse en un sitio grande y con gradas para ver sangre ajena y disfrutar como enanos viendo cómo unos cuantos maromos se ensartaban el gladium por el orto, o a unos cuantos leones comiéndole los higadillos al vecino, mientras se comían un perrito caliente -canis excitatus- y le mentaban apasionadamente  la madre a los gladiadores del equipo contrario, que es una cosa que desfoga muchísimo.


-Cloacas y retretes:
Los romanos no se andaban con tonterías y resolvían expeditivamente el tema de la excreción y el  pipicaca en general haciendo unos bancos corridos con un montón de agujericos en los que la sufrida ciudadanía se remangaba los bajos de la toga y hacía de lo suyo mientras departía amigablemente con el del trono de al lado.  Lo que no se sabe a ciencia cierta es de qué hablaban exactamente, aunque de nuestras actuales conversaciones de ascensor es de suponer que del tiempo.  Al terminar, hacían sus abluciones y lavamientos varios con una esponja húmeda atada a un palo y al finalizar la tarea la dejaban a disposición del siguiente usuario, lo cual debía de ser una cosa muy agradable.




-Calzadas: eran unos carreterones internacionales, con sus aceras, puentes y  cosicas,  que llegaban a todos los confines para que las legiones pudieran ir a repartir tochas cómodamente cuando fuera preciso y para que los más  pudientes pudieran lucir sus cuadrigas descapotables con tracción a las dos ruedas que, aunque no tenían radiocasete ni airbag ni nada, tenían como  principal fin el de vacilar al personal a base de bien:


-Antonius, ¿Quo vadis cum ista cuadriga Ferraribus ?
-A vacilare per tabernam et pillare cachum cum mulieribus bonisimas 
-¡Jo, mola mazum!

*(nota del autor: si se observa cualquier incorrección en los textos latinos, debe tenerse en cuenta que no se trata de latín del mismo centro de Roma, sino de los polígonos de los alrededores)



.-Orgías, bacanales y otros desenfrenos varios:
Los romanos, en su condición de fundadores del rollo latino,  también eran unas eminencias en el asunto del fornicio y la farra, y patentaron diversos conceptos tales como el cunnilingus o el coitus interruptus. Como eran unos cachondos, también se daban con frecuencia a unos fiestorros buenísimos en honor al dios Baco, que esencialmente consistían en la ingesta masiva de vino y espirituosos sin parar hasta dejar el depósito lleno a la altura de la campanilla. Luego ya, los más cracks ponían en práctica el asunto del cunnilingus y el coitus, unas veces más interruptus que otras.

-El latín:
Otra de las maravillas de los romanos es el latín, gracias al cual hoy en día podemos hacernos los cultos diciendo cosas tales como:


  • Currículum vitae: dícese del papel que sirve  para envolver alimentos tales como bocadillos
  • Sui generis: raro de cojones
  • In extremis: forma habitual de llegar a fin de mes del español medio
  • Superavit:  dícese de lo que les queda a las eléctricas después de descontar  los gastos de lo robado
  • Deficit: dícese de lo que las eléctricas dicen que pierden después de lo robado
  • Vade retro: expresión usada generalmente por las zagalas en la discoteca para indicar que te pires ipso facto
  • Ad libitum: hacer lo que te salga de tus partes toreras. Expresión aplicable también al uso y disfrute de fondos públicos 
  • Referendum: cosa que se le pregunta a la ciudadanía para después actuar ad libitum
  • Sine die: locución usada cuando le dices a tu cuñada que ya si eso le cuelgas el cuadro un día de estos
  • Post mortem: expresión que indica el estado de la cuenta corriente después de pagar la luz o en su defecto a mediados de mes
  • Peccata minuta: una mierda pinchada en un palo
  • Via crucis: acto de leer el libro de la Esteban o las memorias de un expresidente.
  • In albis: estar a uvas. No enterarse de una mierda. Estado natural de ciertas infantas ante el juez cuando les preguntan de donde sacan pa tanto como destacan.
  • Delirium tremens: estado mental de algunos letrados cuando afirman que sus defendidas actuaron por amor y fe a su marido.
  • Carpe Diem: expresión utilizada frecuentemente para tatuarse y que significa "fuma, fornica y bebe, que la vida es breve"



Y con esto, ya in extremis,  les emplazo  sine die para la próxima entrada ojiplática. 
Mientras tanto no olviden su ración de carpe diem . 

Y colorín coloratus, este coitus se ha interruptus.




2 comentarios :

  1. Excelente !! En mi familia algunos también dicen que apenas van a la altura del ombligo de alcohol jaja son acostólicos y remonos !! Carpe Diem !!

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    Respuestas
    1. ¡Et cum spiritu tuo! No, espera...¿O era "Ave Caesar, morituri te salutant"?... No sé, creo que me pillas "In albis"...

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