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domingo, 20 de diciembre de 2015

Cosas difíciles, bilis, y otras ofensas

La neurocirugía, la física cuántica, la ingeniería aeroespacial, el encaje de bolillos, montar un mueble de Ikea a la primera sin que te falte el tornillo Stüpiden... Todas ellas son cosas que tienen en común el hecho de ser dificilísimas.
Pero que digo yo que si hay algo difícil, pero difícil que te pasas a día de hoy, es abrir la boca en las redes sociales sin que alguien se ofenda y/o escandalice más que Pitita Ridruejo en un concierto de Extremoduro. De hecho dicen que en el Facebook además del botón de "Bloquear" y del de "Eliminar de mis amigos", van a poner otro de "Yomecagüentóstusmuertosjolagranputa" para dar salida a la sobreproducción  de bilis de forma ordenada a la par que tecnológica. Hay estudios que dicen que la bilis que produce en un día un ofendido profesional del Facebook podría proporcionar energía a una ciudad de 250.000 habitantes durante tres meses bisiestos.

Y siendo tan general esto de ofenderse por todo,  digo yo que o bien debe ser cosa del cambio climático, o bien tenemos la piel más fina de lo normal. De tratarse de esto último no cabe ninguna duda de que estaríamos hablando de un clarísimo complot del Mercadona, que le pone algo chungo a los potingues de Deliplus, y de la que te hidratas o te exfolias el careto te meten por vía tópica un chute de Malahostiadiol o de L-Ofenditina. Y por si fuera o fuese poco el Deliplus, hay fundadas sospechas de que el Hacendado tenga algo que ver en el asunto: un tipo que lo mismo te hace unas galletas, un yogur de coco o unos macarrones, y todo ello sin gluten ni nada, no puede ser de fiar. O sea, que el Hacendado está acaparando todo el gluten para él solo -el muy cabronsón- y de ahí que no se pueda opinar sobre nada en el Facebook o en el Twitter sin que la concurrencia, que está hipogluténica perdida, se te tire a la yugular.


Por ello, para luchar contra el exceso de Malahostiadiol y de L-Ofenditina y la flagrante escasez de gluten, vamos a considerar algunas cuestiones a tener en cuenta para que la peña no se nos ofenda toda en esos lugares que sirven para demostrarle a todo el mundo lo feliz que eres "pa' que se jodan", más conocidos como "redes sociales":

Una cosa que, al igual que Nacho Vidal, puede traer mucha cola son las expresiones y frases hechas. Si por ejemplo llueve mucho ni se te ocurra decir que "hace un día de perros" porque te van a salir 350 animalistas dándote de fostias hasta en el DNI electrónico por insensible. No seas zoquete y limítate a decir que "hoy llueve mucho", aunque en tal caso también corres serios riesgos de que te caneen por simplón y por decir obviedades: la peña ya sabe que llueve mucho porque es lo primero que miran en el "esmarfón" antes de meterse en las redes sociales a ofenderse.

Si un día no te encuentras del todo bien, no seas asno y en ningún caso se te ocurra decir que "no estás muy católico" porque te convertirás ipso facto en cosas como por ejemplo , un cristofascista. En todo caso deberás decir que "no estás muy confesional ni tampoco aconfesional, tirando a ateo o a agnóstico pero todo ello dentro de un orden relativo dentro de las creencias personales" aunque probablemente incomodarás alguna sensibilidad anarquista por lo del orden, o a los aficionados al baloncesto por lo de las personales. Limítate a decir "Estoy jodido/a" , cosa de la que se alegrarán un alto porcentaje de tus amigos y como mucho te pondrán 25 cartelitos con frases de esas de autoayuda de Paulo Coelho. Tú eliges libremente la penitencia.

En temas de política sí que tienes que andar con pies de plomo, porque aunque ya se sabe que en España todos somos muy tolerantes y extremadamente respetuosos con las creencias de mierda de los demás, la paciencia tiene un límite. Aquí da exactamente igual lo que digas, porque serás un fascista-leninista-neoliberal-liberticida-marcablanca y de las JONS te pongas como te pongas. Por tanto te quedan tres opciones y elijas la que elijas vas a quedar como Cagancho en Almagro o lo que es lo mismo,  como Belén Esteban en Saber y Ganar

  • A) Colapsar Internete compartiendo las 24 horas del día una amplia selección de los carteletes y textos de copia-pega que más y mejor insulten a todos los que no vayan a votar lo que tú. Que lo que pongan los carteles sea verdad o no, no importa lo más mínimo. Tú a lo tuyo, que es concienciar a los demás de que son completamente gilipollas y tú no.

  • B)  No publicar ni compartir nada al respecto para que quede más espacio en tu muro para los carteletes que comparten los de la opción A.

  • C) Hacerte el orejas y limitarte a publicar fotos de gatetes y carteles con frases de Paulo Coelho,  para terminar de colapsar el muro de los de la opción B, no sea que se vaya a desperdiciar espacio a lo tonto.


Luego ya, puedes optar por A y C a la vez, pero entonces es bastante probable que ofendas muchísimo a los de la opción B, que a su vez ofenden a A y a C porque su desinterés y falta de posicionamiento los hace cómplices silenciosos del sistema.

Respecto al tema del sexo, hay reglas que se deben respetar: si eres hombre y ves un artículo remotamente relacionado con el asunto del follifornicio en cualquiera de sus variantes, como por ejemplo: "Las siete cosas que debes saber para volver loca a tu pareja en el lecho" -por alguna extraña razón siempre son siete- ni se te ocurra compartirlo, cerdo machista. Tú entra a mirar el artículo a ver si sale alguna teta o algo, y punto.  Por el contrario si ese mismo artículo lo comparten ellas está bien, porque es para mejorar la relación de pareja y "por si aprendes algo". Lo que ellas no saben es que dejaste de leer el artículo cuando viste que no salían tetas ni nada, y que casi prefieres que te hagan directamente un breve resumen de las siete cosas que se supone que tienes que aprender. Pero no se lo digas, no se vaya a ofender. Tú haz como que leíste el artículo, pero no le des a "Me gusta" o todas sus amigas sabrán que eres un salido -cosa que por otra parte, todos tus amigos ya saben perfectamente.


Conclusión: que los dioses repartan gluten,  que buena falta nos hace. Menos a los celíacos, no vaya a ser que se ofendan.






domingo, 26 de abril de 2015

Avances científicos, reality shows y otros grandes éxitos

Vivimos en un mundo lleno de avances científicos y tecnológicos del recopón, con sus smartphones, sus compresas con alas aerodinámicas -se conoce que para que corra mejor el aire-, sistema odorcontrol, radio FM  y bluetooth, sus bolsas de conguitos marca Hacendado de medio kilo, o  su Vaginesil por si te da la  sequedad o el picor en la zona de la  Tierra Media... Todos ellos grandes avances que ofrecen una solución para cada necesidad e incluso una necesidad para cada solución, oiga.  La investigación científica va camino de dar respuestas para casi todo, excepto para la muerte, para España y para la gilipollez. De hecho lo de la muerte e incluso lo de España tiene más visos de solución científica que lo de la gilipollez.

Esto es así porque si se resolviera la gilipollez humana no se venderían, por ejemplo,  los palos de hacer selfies, las katiuskas de goma de  a 200 leuros el par, las gorras de poner pa' atrás, ni los pantalones "cagaos",  con las nefastas consecuencias  que ello tendría para la economía china. Pero esto es otro tema.

La cosa es que vivimos en un mundo que ha sido capaz de dar respuestas a problemas muy gordos, tales como la penicilina para las enfermedades, el calimocho para las penas, las tiritas para las pupas o el Mister Proper para la roña persistente,  y sin embargo ante la lacra de los Reality shows a los ingenieros no se les ocurre otra cosa más peregrina que inventar la tele en alta definición.  Hay que ser cabrones.


Porque tú llegas a casa directamente del Carreful más próximo con tu tele de 200 pulgadas, con su alta definición y su canesú, la enciendes y casi seguro que lo primero que te vas a encontrar, así sin anestesia ni nada, es un primer plano del jeto de la Esteban moqueando y balbuceando gilipolleces de un tal Míguel-con acento en la "i"-en Full HD Dolby Surround System, que en inglés quiere decir "Alta definición, pero alta que te cagas". comprendiendo de la forma más dolorosa que, para según qué cosas, cuanta menos definición mejor.  


Y llegados a este punto, trataremos de explicar para los no iniciados qué es y en qué consiste un reality show -pronúnciese "realitichou".

Un realitichou es un "pograma" de la tele que se suele poner en "praimtaim", que en inglés es un término que significa "a una hora que lo vea todo dios".  Hay muchos tipos de realitichous. Unos son de mayores que cantan como Bisbal, otros de niños que cantan canciones de Joselito y de niñas  de tres años que cantan "La Zarzamora" como el culo, pero con mucha gracia porque tienen tres años, otros de gente que cocina... Pero hoy nos centraremos en los realitichous de gente que se supone que va a convivir entre sí.

La cosa consiste en poner a concursar a un conjunto de homínidos o prehomínidos de ambos sexos-la especie de los concursantes es una cosa que decide el productor- en un plató hortera, en una casa hortera,  o en una isla hortera a tomar por saco, haciendo las mismas cosas que se supone que hace la gente normal sólo que con unas dosis de bilis, analfabetismo y mala hostia incompatibles con la vida. 

Lo primero que hay que decidir es si los concursantes serán famosos o no. Esto es muy importante porque definirá el nombre del programa.

Ejemplo:

Si los concursantes son desconocidos: "Potorros, badajos y viceversa"
Si los concursantes son famosos: "Potorros, badajos y viceversa VIP"


Hecho esto, y para que el realitichou mole, tienes que hacer un casting entre miles de seres y elegir bien a la peña que vas a meter a concursar, que tendrán que cumplir severos requisitos tales como una capacidad neuronal suficiente para controlar esfínteres y respirar de forma autónoma y, pudiendo ser, sin  excesivos estudios o una profesión concreta.  

Independientemente de la metodología aplicada, la selección natural actuará por sí sola y te quedará un grupo en el que los psicólogos y otros especialistas, haciendo un alarde de sadismo sin límites, elegirán finalmente a lo más granado de la concurrencia. 

Luego ya le asignas a cada concursante el papel que va a interpretar en el realitichou de modo que se integre en uno o varios de los siguientes grupos en función de sus habilidades personales:  


  • Malos integrales: se encargan con gran eficacia del tema del hijoputismo
  • Guarros cum laude: dícese de aquellos cuya máxima aspiración en materia de limpieza es que los testículos no se les queden pegados en el asiento  del WC. 
  • Vagos alfa: su principal cometido en el programa es hacer la fotosíntesis, pero sin cansarse mucho. 
  • Plañideros sin fronteras: sirven para llorar a todas y cada una de las putas horas del día porque en realidad no quieren estar en el programa, pero no hay quien los saque ni con espátula y soplete.
  • Hacendosos de morondanga: No habían visto una escoba jamás y en la vida real su máximo esfuerzo es hacer la digestión, pero en el realitichou hacen como que trabajan mucho. 
  • Salidos compulsivos: sufren una tendencia irrefrenable de fornicar hasta con el mocho. Son  los encargados del tema del edredoning y el intercambio de fluidos.
  • Sosos hasta pa'florero: son como Iniesta, pero sin balón ni nada.
  • Filósofos de todo a cien: una vez leyeron un libro, y se encargan de decir gilipolleces sin sentido alguno confundiendo y mezclando frases de Paulo Coelho con canciones de Torrebruno . Ejemplo: "El amor no necesita ser entendido porque Tigres y Leones, todos quieren ser los campeones" Lo bueno es que como el nivel general es bajo, van colando.

Una vez asignado el papel de cada cual, los metes en el plató, casa o isla de turno, y dejas que la cosa fluya por sí sola. Si ves que la cosa no fluye,  los pones a pasar penalidades o les pones un vídeo emotivo con cualquier pendejada lacrimógena. En caso de que esto también falle, infiltras a un metemierda profesional que meta cizaña y serruche cuanto pueda, y cuando incluso los del grupo de Sosos hasta pa'florero dejen de tener el chichi pa' farolillos, tendrás un realitichou del copón.

Mientras tanto, tú vas emitiendo el programa diario y unos cuantos debates y galas, a los que llevas a familiares y amigos de los concursantes a que se den unas collejas y rematas la faena vendiendo a precio de farlopa de la buena discos, libros, revistas, y merchandising del programa. El merchandising son cosas sin utilidad alguna como los souvenirs de Benidorm pero que se llaman merchandising en lugar de souvenirs.  

Luego ya, la gente llama a un número de los de a 1,50 mas IVA el minuto y vota para echar a los que le caen mal y  al final gana la Esteban. Pero, eso sí, en alta definición. El que avisa no es traidor.

Y esperando haber aclarado qué es un realitichou,  les dejo hasta la próxima, que empieza el Gran Debate de Potorros Badajos y viceversa VIP ...


domingo, 5 de abril de 2015

Curso rápido de lógica femenina para dummies (nivel básico)

Hoy vamos a intentar desvelar, sin éxito alguno, uno de los grandes enigmas de la historia. 

Y vamos a empezar por el Génesis,  que es un libro que cuenta más o menos cómo fue la cosa de la creación del mundo en cuestión de seis días. Que igual no es una cosa muy científica, pero al menos ayuda a entender gráficamente las múltiples chapuzas que pueblan el planeta, con sus volcanes, terremotos, maremotos, sus lluvias de meteoritos y sus inundaciones de proporciones bíblicas. Vamos, que si partimos de la base de que el mundo anda de cimientos y fontanería como la Esteban de estudios, no tiene sentido ir por la vida extrañándose  del paisaje, ni muchísimo menos del paisanaje. Es lo que tiene hacer las cosas precipitadamente.

Sí, amiguitos de la fauna ibérica: se tarda más en hacer un piso de protección oficial, que eso tirando por lo bajo lleva por lo menos un año, que un mundo con sus montañas, su mar, su cielo, sus días y sus noches,  sus animalicos y su canesú (seis días, y eso parando para el bocata y descansando el séptimo día). Esto explica ampliamente las calidades de los pisos de protección oficial. Y también  las del mundo.

La cosa es que Dios, después de cinco días de curro, decidió que la maqueta que le había salido era bastante molona, pero aquello era muy soso, porque la cosa de la orogénesis, la evolución, el ciclo del agua, la erosión y todo eso era lenta que te cagas. Vamos, que al mundo le faltaba ritmo, animación, conflictos, mierdeos y despellejes varios. Y como aún no se había inventado Telecinco ni Jorge Javier Vázquez, ni los tertulianos, ni nada de nada, decidió coger la primera mierda que encontró a mano, que resultó ser barro, y modeló al primer hombre inventando en ese mismo momento la alfarería. Para mayor escarnio, pudiendo llamarlo José Alberto o Prudencio,  lo llamó "Adán". Que menos mal que nació ya adulto y no tuvo que ir al cole porque habría sido la primera víctima de acoso escolar de la historia:

-¡Eh! ¡Niños, no le peguéis al nuevo!
-¡Jo, profe!, ¡Es que se llama Adán...!
-Vale, ¡Pero que parezca un accidente...!


 A continuación como le sobraba barro, e inspirándose en Adán, modeló un botijo con su pitorro y todo. Y así fue como apareció sobre la faz de la tierra el primer tonto'l botijo, que la verdad es que  no era una cosa que diese mucho juego. Y entonces creó a la mujer, la llamó "Eva" y por echar unas risas le instaló un software complicadísimo al que llamó "Lógica femenina 1.0".

La cosa es que  Adán y Eva vivían felizmente con su botijo en el Jardín del Edén con todo resuelto, comiendo, fornicando y sin dar un palo al agua, entrañable costumbre aún ampliamente extendida en nuestros días. 

Pero, eso sí, Dios decidió que no todo en la vida tenía que ser un perpetuo orgasmo y les hizo cumplir UNA sola regla: podían hacer lo que les saliera de la pandereta y comer todo lo que les diera la gana,  EXCEPTO  los frutos del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal.

A Adán, que pasaba de todo, la cosa le pareció bien mayormente porque su principal inquietud era tocarse las gónadas y el mayor esfuerzo que hacía era cambiarse la hoja de parra cada dos meses -entrañable costumbre también muy extendida en nuestros días-.  Y además el "árbol ese de los huevos", como él lo llamaba,  quedaba a tomar por saco y aquello ya era mucha molestia para pecar. Porque Adán era un indolente de nivel pro.

Eva, sin embargo,  llevada por su complejo sistema operativo "Lógica Femenina 1.0"  decidió que a pesar de que tenía a su disposición todas las frutas del Jardín del Edén habidas y por haber, un clima perfecto, y una nada desdeñable colección de hojas de parra monísimas que combinaba con prodigioso gusto, cosa de la que el cenutrio de Adán, que era un insensible falocéntrico de mierda,  no se percataba en absoluto,   las manzanas que daba el dichoso árbol prohibido que quedaba a tomar por saco -prácticamente en las afueras del Edén-  eran ideales de la muerte y por alguna extraña razón no podía vivir sin ellas. 

Una noche, mientras Eva pensaba que su vida no tenía sentido, decidió inventar la primera maldición bíblica y le dijo a Adán, así sin preliminares ni nada:

-Cari, ¿Me quieres?

Y Adán, que el pobre tenía instalado Windows 95 de serie en disquetes y no daba para más, y además llevaba media hora roncando y haciendo la digestión de los catorce kilos de melón que había cenado, sólo acertó a farfullar -el muy insensible de mierda-:

-¿Ein? sssé...! Gñgñgñgñg.... [Error de sistema: comando no encontrado. Pulse Enter para continuar]

Aquella imperdonable infamia acabó con la paciencia de Eva, que decidió irse inmediatamente a tomar por saco, que como queda dicho  era justamente donde quedaba el árbol de los frutos molones, que eran exactamente iguales que todos los demás, pero estaban prohibidos y por eso eran molones.

Y nada más llegar se le apareció Satanás, que era dependiente de El Corte del Edén a comisión, en forma de serpiente. Y en cuestión de seis o siete horas le había hecho a Eva la tarjeta de El Corte del Edén y le había vendido cuarto y mitad de frutos del árbol prohibido.

El resto ya se sabe más o menos como fue:

-¡Mira qué cucadas traigo cari!
-Gñgñgñgñgñg...
-Anda, vamos a darle un mordisquito nada más...
-Joer, que no, que nos la vamos liar con el jefe y...
-Lo que pasa es que ya no me quieres...

Y Adán, considerando que no se había inventado todavía el sofá,  tuvo claro que o pasaba por el aro o las cuarenta noches siguientes iba a padecer una sobredosis de [Error: acceso denegado. Reinicie el sistema manualmente]. El resto de la historia ya sabéis más o menos como va: se produce el primer desahucio de la historia, y que si ganarás el pan con el sudor de tu frente, que si parirás tus hijos con dolor... Se han llegado a dar casos de panes paridos con dolor e hijos ganados con el sudor de la frente. 

Pero afortunadamente, milenios de evolución han hecho que avancemos firmes hasta la actual situación de "Lógica Femenina 2786.2" para ellas y "Windows 98 segunda edición" para nosotros -algo es algo, mire usted-. Y el mundo-para continuar con la entrañable tradición- sigue siendo una imperturbable mierda.

Con estos mimbres, amiguitos, vamos a dar unas pautas muy sencillas para que hagáis como que entendéis algo de la cosa de la lógica femenina. Muchos os diréis a vosotros mismos que en realidad no entendéis ni papa y efectivamente así es, pero creo haber dejado claro que esto sólo sirve para que "hagáis como que entendéis":

Pauta nº1.- 
A la pregunta "Cari, ¿Me quieres?" no se puede contestar ni de coña con un "sí" ni mucho menos con un "ya sabes que sí". La primera porque denota falta de entusiasmo y la segunda porque denota rutina y/o monotonía. Así no vas a ninguna parte ¡Zoquete!

Respuesta aceptable: "Te quiero hasta más allá de lo aprehensible por la mera razón. Hasta más allá de lo que mi  alma es capaz de abarcar,  porque mi corazón es incapaz de atender a meras cuantificaciones que jamás podrían hacer justicia a lo que despiertas en mí".

Salvo que tu mujer sea Belén Esteban, en cuyo caso no entenderá una mierda, y lo mismo te calza dos yoyas a mano abierta,  esa noche pinchas casi fijo. Obsérvese que esto sirve también como respuesta a la temible pregunta: "¿Cuánto me quieres?"

Pauta nº2.- 
Jamás, pero ¡JAMÁS! olvides una fecha relevante (el día en que la conociste, el día en que la invitaste a cenar por primera vez, su cumpleaños, su santo, el aniversario de boda...)  Desde la invención del Smartphone con su calendario y sus alarmas, esta es una cuestión que tiene muy fácil solución. En caso de que se te olvide alguna de estas fechas la única salida que te queda es encargarle unas flores por Internet con entrega en menos de cuatro horas y pedirle a tu mejor amigo que te atropelle tres o cuatro veces con el coche. El parte de urgencias  te servirá como atenuante.

Pauta nº3
a) A tu chica TODO le queda bien
b) NADA le hace gorda
c) NO tiene vello superfluo.  En ninguna parte.
d) Ella es una princesa Disney y por lo tanto la excreción, las ventosidades y las durezas de los pies no forman parte de su vida
e) Ella está contigo a pesar de que tú no cumples ninguno de los estándares de príncipe Disney y por tanto debes estar agradecido.   ¡Gañán!

En caso de que alguno de los cuatro primeros puntos no se ajusten a la realidad, haz que se ajusten de forma inmediata y sin el menor atisbo de duda. El punto e) es inamovible.

Pauta nº4.- 
NO eres ese Sr. Grey que le hace soñar. Porque por si no lo habías entendido a ella le encanta porque la transporta a otros mundos y le hace volar -nos ha jodido mayo: tiene helicóptero y jet privado-  pero en realidad ese palo no le mola nada de nada. Y además lo que hace el Sr. Grey no se puede hacer excepto si estás bueno, tienes más fuelle que una fragua y eres un muchimillonario atormentado por su pasado dispuesto a cambiarlo todo por amor (excepto tu buenez,  tu fortuna tu helicóptero tu jet privado y tu fuelle).  Si no eres todo lo anterior va a venir la Guardia Civil a darte pa'l pelo por falócrata perpetuador de la opresión machista.

Pauta nº5.- 
TODO  eso que te parece tan lógico y lleno de sentido NO ES CORRECTO. Si tienes la impresión de que la entiendes en todo, la estás cagando y por tanto la cosa es JUSTO AL REVÉS.
Y si te resulta frustrante pensar que no entiendes nada, no te preocupes: eres humano y tu Windows 98 segunda edición no da para más.


Con estas pautas elementales y un poco de práctica ya podéis ir haciendo vuestros pinitos. 

Y por si no os queda claro lo importante que es la fruta, recordad que  todo empezó por una mierda de manzana... 




sábado, 31 de enero de 2015

Las sectas del Facebook y otras alucinaciones


Lo mismo que Antonio Machín tiene una debilidad,  o Marta tiene un marcapasos, un servidor tiene una teoría: mayormente porque cada uno tiene lo que le da la gana, o en su defecto lo que decida la autoridad competente. La cosa es tener.


Sí, amiguitos de la fauna ibérica: después de interminables instantes de estudio, puedo afirmar sin rubor alguno que en general  el Facebook no es sino  un nido de sectas donde cada cual elige sin saberlo la que le da la gana para mostrarse al mundo. Esto es tal que así

Una secta, como todo el mundo sabe, es un concepto que puede referirse a varias cosas:



1.-Lo que viene después de la quinta y antes de la séptima

2.-Esporocarpos, o cuerpos fructíferos, de un conjunto de hongos pluricelulares (basidiomicetos) que incluye muchas especies tales como el champiñón y que están muy buenas al ajillo. Las buenas hasta son alucinógenas y todo.



3.-Conjunto de seguidores a ultranza de una determinada doctrina o pauta de comportamiento. La que sea.

Dicho esto, quede claro que nos vamos a referir a la tercera acepción del término.
Atendiendo a este concepto, podemos catalogar las diferentes sectas básicas atendiendo al perfil de usuario, que suelen pulular por la cosa del Facebook: 

1.- El chupiguay que lo flipas en Dolby Surround:

Básicamente se trata de un ente asquerosamente positivo que piensa que la vida es un perpetuo orgasmo y todo es chachipiruli. Normalmente siempre  publica foticas guays de cosas tirando a moñas y jartibles. Por las mañanas, en lugar de levantarse como cualquier persona normal con el Kit de Humanidad Estándar de la Señorita Pepis - que incluye de serie legañas, exceso de bilis, dolor de riñoñada, halitosis y mala baba, o sea, lo normal en el ser humano medio- se levanta ultrapositivo de la muerte y deseándole al mundo sin anestesia ni nada aberraciones que joden muchísimo a las siete y media de la mañana,  tales como  "Hoy es el primer día del resto de tu vida" , o "¡¡Haciendo running al amanecer!!!. #IFeelGoodQueTeCagas"  Algunos, en el colmo de la perversión incluso dicen cosas como "¡¡Buenos días mundo!!!", que eso ya es intolerable. Y como es lunes, hace frío,  te acabas de levantar, llevas las zapatillas todas descalcañadas y cambiadas de pie, y tu mayor meta en la vida en esos momentos  es conseguir dar con la puerta del baño, pues te sientes molesto y te preguntas si el ente en cuestión no tiene ácido úrico, colon irritable, triglicéridos, colesterol del chungo, hemorroides, ojo vago, hipoteca, la tensión alta o algo.

Lo cierto es que en el fondo los de esta secta  te dan una envidia que te pasas y por tanto son enemigos a exterminar. Y lo sabes.

2.- El negativo que te defecas por la pata abajo:

Como tiene que haber de todo en la viña del Señor, el miembro medio de esta secta es todo lo contrario. Todo es una mierda pinchada en un palo- en la lengua de Shakespeare y de los Aznar, "a fucking shit pinched in a pal"- o una conspiranoia permanente. Da igual lo que sea: si es porque es, y si no es porque no es.  La cosa es que jamás de los jamases -never ever- algo puede estar ni medianamente bien. Es el tipo de ejemplar que si lee en la prensa que se avecina una ciclogénesis explosiva del copón y que tengas cuidadín si vas a salir a la carretera, opina que "toda la vida ha hecho mal tiempo y sois unos asquerosos alarmistas al servicio del poder" o si la prensa no dice nada y llueve un poco fuerte se queja de que "los perros al servicio del poder no han avisado a la ciudadanía de esta infamante ciclogénesis".  La cosa es dar por el orto.

3.- El ultratalibán del activismo

Se trata de activistas que desarrollan una activa actividad de activismo activo y centran todas sus horas y todos y cada uno de sus esfuerzos en demostrarte a toda costa a través del Facebook que eres un insolidario inconsciente de mierda en todas las materias y por tanto no les dejas más remedio que concienciarte porque eres un zoquete. Aquí hay de todo: talibanes políticos, de la alimentación, de la ecología, o de los Sugus de piña... Se suelen gastar una cierta mala hostia -a certain bad water- y lógicamente no puedes llevarles la contraria jamás. Normal, porque como queda dicho, eres un insolidario inconsciente de mierda y por tanto te callas.

Lo peor de este tipo de usuarios es que, a veces, hasta tienen razón y todo.

4.-El hooligan del balompié

Jamás publican nada de nada, excepto en día de partido y exclusivamente para dedicarle toda suerte de exabruptos y desearle todo tipo de sufrimientos, plagas y hemorroides al otro equipo.  Ya está. 

5.-El jugón profesional

Suelen afirmar que nunca usan el Facebook, pero curiosamente a cualquier hora del día te llegan publicaciones suyas invitándote a jugar al Big Ojete Crush Saga, o con mensajes indescifrables como "¡Conchi acaba de ganar diez  Loving Powers de nivel 45 en Fucking Mistery Adventure!"

Hay quien cree que afirman este tipo de cosas a causa del efecto de las drogas y los psicofármacos en general.


6.-El reportero de sí mismo  

Este tipo de usuario tiene firmado un contrato con Facebook que le obliga a contar todas las cosas que hace a lo largo del día. No puede pasar más de 3 minutos sin contar lo que está haciendo,  porque de lo contrario morirá un gatito. Y la cosa no queda ahí: además provoca víctimas colaterales porque también dice con quién.  Sus frases favoritas son: "Haciendo pis Yo sola, jajajaja #MeMeoToa""Tomándome un cafelito con Puri Fernández, jajajaja #La PuriEstáViejuna",  "Aquí, sufriendo en el gym con Engracia Alonso jajajaja #LaEngraciaTieneLorzas", "Tomándome una cervecita con Manuel Retuerta jajajajaj #CervecitaFresquita #ElManuEsAlcohólico" , "Aquí, comprando Tampax y un mandil en los chinos con la Mary, que llevaba pantalones blancos, le ha pillado la regla en plena Gran Vía y parece la bandera de Japón, jajajajaja #LaMaryEstáEnEsosDíasDelMes" y así... 

7.-El indescifrable

Normalmente escribe como el orto, usa los signos de puntuación como si fueran gratis, y no acaba de hilvanar del todo las ideas que pretende expresar, pero el caso es que no tienes del todo claro si te está vacilando, le falla el autocorrector del móvil, o es que es así realmente. O todo ello junto. Por ejemplo, alguien comparte en el Facebook una noticia que dice: "Alerta naranja por lluvia, viento y nieve" y  contesta cosas como "Balla. monja, duraque bamos ha coguer,,,,,¡HIPOTENUSA EH?:GAGAGAGAGAGA!.. meparto,.,que-descogone.manzana,tablon,monaguillo"

8.-El profundo-trascendental

Viene a ser como el anterior pero escribiendo bien, aunque igualmente no se le entiende un carajo. Para decir que tiene estreñimiento, va y pone en su estado cosas como: "En ocasiones percibo que las trabas interiores no me permiten exorcizar mis propios demonios y expulsarlos al oscuro Hades del que jamás habrán de salir. Y sin embargo se empecinan en habitar mi ser, atormentando mis días y haciendo eternas mis noches ..."
Ni que decir tiene que no es conveniente fiarse nunca de gente que da tantas vueltas para decir que está que no caga.


Que no digo yo que estén todas las sectas que son-que haberlas haylas- pero doy fe de que son todas las que están. Y les dejo hasta la próxima, porque el Gran Líder me reclama para no sé qué de celebrar con un sacrificio humano que ha alcanzado el nivel 256 en el  Big Ojete Crush Saga. ¡Qué nervios!






sábado, 24 de enero de 2015

Juicios, letrados y otras cosas molonas


Desde los albores de la humanidad - que es una expresión fina para referirse a tiempos incluso anteriores a cuando Marujita Díaz era zagala o Franco cabo furriel- los seres humanos han tenido conflictos, desencuentros y desavenencias varias que había que resolver de alguna manera. Preferentemente y siempre que fuera posible, con sangre y violencia, que siempre mola más y te quedas más a gusto. Si, por ejemplo, a un despreocupado homínido que por no tener no tenía ni hipoteca, ni Euribor, ni preferentes ni nada - que hay que ser "pringao"- se le ocurría robarle el mamut al de la tribu de al lado, la lógica y la decencia dictaban que el perjudicado le sacase los intestinos e higadillos internos en una delicada operación con hacha de sílex de por medio sin anestesia ni nada, y todos tan amigos. Y en ese mismo momento, se inventó a lo tonto el concepto de "justicia".  El símbolo de la justicia es una señora ciega con una balanza y una espada, porque lo de la espada acojona mucho como queriendo decir que mariconadas las justas. Lógicamente, si en lugar de una espada la señora en cuestión llevase un palo de hacer selfies, impondría menos respeto. Está todo "pensao"...

El ser humano, a lo largo de la historia, fue currándose una serie de tochos legales, como por ejemplo el código de Hammurabi que venía a decir que si mangabas algo te cortaban la mano, o si pecabas de onanismo también te cortaban la mano  por guarro. Luego ya vino Justiniano, que era un emperador romano del mismo centro de Roma- bueno, del centro, centro, no, pero da igual- que como trabajaba para Telecinco  (en latín Tele V), y tenía el listón muy bajo,  se inventó el Código de Justiniano porque para qué iba a molestarse en buscar un nombre más elaborado.


Hay quien dice que además de ciega, la señora en cuestión tenía otras discapacidades sensoriales tales como la sordera, pero como esto no sale en la  Wikipedia ni en el Sálvame Deluxe, se queda en una mera suposición.

La justicia es una cosa de pura lógica que suele funcionar según un esquema muy sencillo:


A) Tienes posibles, los amiguetes adecuados, la cagas y te pillan: te afean la conducta por malo y te obligan cruelmente a prometer que no lo vas a hacer más, como mínimo hasta la próxima vez que lo hagas.

B) No tienes posibles ni los amiguetes adecuados, la cagas y te pillan:  la cagaste

C) No tienes posibles ni los amiguetes adecuados y hay ciertas sospechas de que tal vez, con carácter de presunción,  la hayas podido cagar y te pillan: la cagaste


En todos los casos mencionados, es posible que termines teniendo que ir a un tribunal de justicia, que es un sitio muy serio con columnas  como las de los romanos,  y mesas de madera gorda que no son de Ikea en el que hay unos señores y señoras que se llaman jueces y van vestidos con una túnica como la de Demis Roussos pero muy sosa, negra y sin estampados ni nada, y por eso se llama "toga" y no túnica. Los jueces dicen cosas en latín, como por ejemplo Ad litem, o In dubio pro reo, que nadie sabe muy bien lo que quieren decir, pero marcan paquete que lo flipas. A veces también dicen  cosas en castellano, pero de modo que no se entiendan. Por ejemplo,  para decir "Te ví a meter un paquete que te se van a salir los ojos por el corvejón" usan expresiones tales como: "Vista la demanda rectora de la presente litis y en virtud de la facultad contemplada en el artículo 125.6 in fine de la Ley Intersticial de Procedimiento Procesal, resuelvo condenar al acusado a  la pena de prisión menor de un año, un día, dos horas, veinticinco minutos, seis segundos y  treinta Newtons por metro cuadrado, sin perjuicio de las acciones a las que en derecho hubiere lugar".

A esto último, curiosamente, se le llama "Fallo". Que desde la ignorancia puede parecer que tiene huevecillos la cosa, pero te callas y si no "hubieras estudiao" ¡Ignorante!

Luego, si la cosa que se juzga es muy gorda están los fiscales, que son a los tribunales lo que a los colegios el acusica, y normalmente son los que te señalan con el dedo por malo malote y por malandro cabrón. Hay una excepción a esta regla en algunos casos,  siempre y cuando seas lo bastante molón o si, por ejemplo, te llamas Cristina (esto es  un mero ejemplo casual y sin mala intención alguna).

Normalmente, antes de ir al juzgado tienes que nombrar abogado, que es un ente que sabe mucho de la cosa de las leyes. A los abogados también se les llama letrados porque saben mucha letra. Los abogados se caracterizan porque trabajan en unos sitios que se llaman  "Bufete" y tienen unas estanterías con libros gordos, como el de Petete, o los de El  Señor de los Anillos" pero a lo bestia. 

Hay dos tipos de abogados. A saber:

A) El abogado de la acusación: es el que le dice al juez que un señor muy malo te agredió salvajemente sacándote un ojo con una cucharilla de café con agravante de menoscabo de la visión estereoscópica.

B) El abogado de la defensa; es el que le dice al juez que su cliente ha sido agredido  salvajemente con tu globo ocular provocando graves daños en su cucharilla de café con la agravante de café con leche con disolución parcial de azúcar.

Al conjunto de la defensa y la acusación se le conoce como "las partes", que le son asignadas a un determinado juez que a su vez emite su fallo. Es decir, que a un determinado juez le tocan las partes y luego falla, cosa que por otra parte es de lo más normal.

En España, para poder ir al juzgado hay que pagar una cosa muy justa que se llama "tasas judiciales" que consiste en demostrar que te puedes pagar el acceso a la justicia porque de lo contrario querrá decir que no te puedes pagar la justicia que, como todo el mundo sabe, es gratuita. Esto es así y nos define estupendamente. En caso de discrepancia, es tan sencillo como pagar las tasas judiciales y asunto resuelto. Para todo lo demás, Mastercard. Y a veces, en el supuesto de que quieras salir del talego, la justicia te puede ofrecer salir bajo fianza, que quiere decir que si te lo puedes pagar, se fían de tí y, si no, pues no se fían porque eres un lumpen de la peor especie. Normal.

La cosa de la justicia recae sobre el llamado "Poder judicial", que es totalmente  independiente del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo. Excepto cuando despiertas y te caes de la cama. Es lo que se llama "separación de poderes" según un señor francés que se llamaba Montesquieu, cosa lógica siendo francés, porque si hubiera sido español se llamaría Gutiérrez y no sería de París, sino de Algete o de Morón de la Frontera.

En definitiva, la cosa es que uno no sabe si recurrir a la justicia ordinaria o darse a las hachas de sílex, que no saben de latín ni de otra cosa, porque ser hacha es lo que tiene. Pero en lo de sacarle las tripas al contrario no tienen rival y quedar, lo que se dice quedar, te quedas de lo más  a gusto.

Y en virtud de lo establecido en la legislación vigente y sin menoscabo de las acciones a las que en derecho hubiere lugar, por el poder de Greyskool y Mister Proper les emplazo hasta el próximo fallo, no vaya a ser que Sansejodió caiga en jueves.

Comuníquese a las partes.



sábado, 17 de enero de 2015

Je suis Palomeque


Mi nombre es Airmail Palomeque y soy básicamente imbécil. Es una característica que me acompaña desde la más tierna infancia, en aquellos lejanos  días en los que yo era un recién nacido y mis padres, que de imaginación iban algo justos,  buscaban desesperadamente un nombre que ponerme. Como yo ya tenía dieciocho meses, y la policía y el juez empezaban a presionarlos para que me pusieran algún nombre legal,  mi padre me había inscrito temporalmente en el registro civil como "Nene Número Dos".   Pero una mañana de enero,  recibieron una carta de mi tío Argimiro, que había emigrado a América -más concretamente a la del norte- veinte años atrás. Y fue justo en aquella carta procedente de tierras lejanas, y más en particular en su sobre, donde hallaron la solución a su escasa imaginación para la cosa de los nombres filiales: Air Mail. Al menos tuve más suerte que mi hermana mayor,  All Bran Palomeque, -anteriormente conocida como "Nena Número Uno"- que tuvo la desgracia de nacer en la época en que mis padres padecían de estreñimiento pertinaz.

Mis padres, que seguían rigurosamente las tradiciones familiares y por tanto eran unos perfectos imbéciles, emocionados ante el hallazgo, olvidaron abrir la carta y la tiraron directamente a la basura -aunque de todos modos nunca habían sido mucho de leer ni cartas ni otra cosa más allá del bote del champú cuando el All Bran obraba su milagroso efecto-. El tío Argimiro murió años más tarde perplejo y  sin saber por qué extraña razón mis padres no habían cobrado nunca aquel cheque de 50.000 dólares que les había enviado al nacer yo. 

Ya en el colegio, mi nivel de imbecilidad alcanzaba cotas épicas. En el recreo, repartía entre los matones de clase la carta de bocadillos para que eligiesen cual quitarme, y se conoce que eso le quita emoción al asunto y no se molestaban en hacerme bullying ni nada. Aquello frustró muchísimo a mi madre, que todas las mañanas me preparaba con gran ilusión mis dieciséis bocadillos. 

Con las chicas tampoco tenía mucha suerte y nunca conseguí que ninguna se interesase por mi colección de cerumen de oreja ni por las bufandas que me tejía con la pelusilla del ombligo. A las chicas no hay quien las entienda. Incluso aunque no seas imbécil ni nada.
Pero no todo eran desgracias.  Cuando estaba en quinto curso, profesores y alumnos me dieron por unanimidad el Premio al Imbécil del año, galardón que se sumaba al Premio al Imbécil Revelación que me habían concedido en el parvulario. Mi familia se puso muy contenta  pero lamentablemente no pudimos recibir el galardón porque al ir a recogerlo nos equivocamos de colegio, de ciudad y de día. Mi padre le echó la culpa al GPS. Años más tarde me dí cuenta de que el GPS no se había inventado aún por aquel entonces. Y es que mi padre, además de imbécil, era un visionario.

Llegaron los años de la universidad, por la que pasé sin pena ni Gloria (a Gloria tampoco le gustaron mi colección de cerumen ni mis bufandas de pelusilla y dejó la carrera y el país a los tres días). Fueron años muy confusos porque yo me había matriculado en Derecho pero siempre me equivocaba e iba la facultad de Fisioterapia, que me pillaba más cerca. Al terminar la carrera abrí mi propio bufete. Perdía todos los juicios pero, eso sí,  mis clientes nunca tenían contracturas ni nada. 

Pero pasados los años, llegó a mi vida la herramienta definitiva que me permitió mostrarle al mundo mi imbecilidad en todo su esplendor: Internet.

Lo primero que hice fue contratar una conexión a Internet de las buenas a la  que al principio no le sacaba mucho partido porque no tenía ordenador ni nada, pero todo cambió al comprar mi primer portátil. A los dos meses ya tenía un dominio considerable y conseguí sacarlo de la caja yo solo. No obstante no pude arrancarlo hasta la primavera siguiente porque no encontraba el pedal del embrague ni el contacto. Pero los señores de la tienda fueron muy amables y finalmente mandaron a un técnico a mi casa para instalarlo y darme un curso de unas horas para enseñarme las cosas más básicas. Durante aquellos meses entablé una amistad entrañable con el técnico, que había terminado por instalarse en mi casa y se había hecho adicto a los psicofármacos por vía oral, rectal y parenteral. 

Por fin, me vi con mi cuenta de Facebook, Twitter e Instagram y comprendí el poder que todo aquello me daba.


Y ahora, por fin, puedo hacer cosas molonas como participar en sorteos de 300 Smartphones y 250 fajos de billetes (que lógicamente no se pueden vender porque han sido abiertos) con sólo dar mi número de tarjeta de crédito y mi PIN, hacerme selfies con la escobilla del WC, opinar de política, de papiroflexia, de física cuántica o de lo que se me cante,  a cualquier hora del día y sin necesidad de tener ni repajolera idea de nada. ¡Y es fantástico porque lo mejor de todo es que se me nota muchísimo! Y si la cosa se pone fea y alguien me afea la conducta o rebate mis argumentos, evito quedar como Cagancho en Almagro colgando cualquier cita filosófica de Paulo Coelho, o de quien sea, como por ejemplo Amar es no tener que decir nunca "No me pises lo fregao",  o "Dale a tu prójimo las gracias por estar ahí porque si no estaría aquí"  que siempre da mucho juego y uno queda bien como si hubiera leído algo de Paulo Coelho. O de alguien.


Y es que nosotros los Palomeque  somos a la imbecilidad lo que Paco de Lucía a la guitarra o lo que Paquirrín a tocarse la entrepierna a dos manos: unos auténticos virtuosos. 

Porque como dijo Paulo Coelho: "Todos llevamos un Palomeque en algún recóndito rincón del alma, y algunos incluso a jornada completa". 


¡Qué bonito!